¿El secreto para enamorar a alguien difícil?
Kaizeneka, todos hemos conocido a alguien así: un ser indomable que parece inmune a nuestros enantos y, sin embargo, sacude nuestra alma como un látigo.
Pero ¿te cuento un secreto?
Esa personita «difícil de enamorar» es como una flor en el desierto, anhelando la llegada de las primeras lluvias. Y tú, mi querido amigo, vas a ser esa lluvia, la que la haga florecer y crecer como nunca antes.
Pero no te engañes, porque cuando alguien te resulta difícil de enamorar, es por una de estas dos razones, o una combinación de ambas. La razón número uno puede ser que esté fuera de tu liga, o en un nicho que no tiene nada que ver contigo. Hablo mucho de las ligas y los nichos en toda mi obra, porque sé lo importante que es subir de liga y seleccionar el mejor nicho, aquel en el que juegas con ventaja.
Pero la razón número dos es que probablemente esa alma distante tiene una armadura difícil de perforar, un caparazón que la protege de posibles decepciones amorosas. Quizás en su fuero interno, desea enamorarse con locura, pero se siente decepcionada con facilidad. Ya ha sentido la frustración y la decepción, y eso la hace autoconvencerse de que no cree en el amor. Actúa como si no creyera en la magia del romance, pero en su fuero más profundo, está deseando que perfores esa armadura.
¿Cómo puedes hacerlo? Es muy simple. Por un lado, tienes que enamorarte de lo que a esa persona le enamora de sí misma. ¿Qué es eso que la hace única? ¿Qué la hace sentir orgullosa de sí misma? Tienes que convertirte en un sumiller de los seres humanos, como aquellos que saben diferenciar entre un buen vino y uno mediocre. Debes ser capaz de detectar esas sutilezas que la hacen especial, aquello que la hace irrepetible.
Pero ojo, no se trata de arrastrarte y babear por ella. Eso es necesidad, y la necesidad es la gran diferencia entre amar y necesitar. ¿Recuerdas nuestro lema? «Te quiero, pero no te necesito», porque el verdadero amor no es necesidad, sino elección.
Por eso, debes convertirte en un reto, en alguien que no se deja atrapar fácilmente. Tienes que ser la lluvia que la hace florecer, pero también la tormenta que la sacude y la hace temblar. Eso la mantendrá enganchada a ti, queriendo pasar más tiempo contigo, queriendo sentir esas emociones que solo tú puedes proporcionarle.
Así que adelante, kaizeneka, conviértete en esa lluvia y haz que esa personita difícil de enamorar florezca como nunca antes lo ha hecho y te dé todo su néctar.
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