Cuando eres un científico de la seducción, la vida es impredecible.
Esta tarde, por ejemplo, me han llamado de la cadena de televisión de la Sexta. ¿La razón? Quieren entrevistarme. Y, por supuesto, poner a prueba nuestro sistema.
Coordinadora de la Sexta: ¿Podemos escoger a Núcleo para el duelo?
Mario Luna: ¿El duelo?
Coordinadora de la Sexta: No te preocupes. Sólo tiene que batirse contra nuestro reportero, que no está formado en vuesta escuela. Se trata de ver quién de ellos consigue más teléfonos o e-mails en una hora.
Mario Luna: Me dejas más tranquilo. ¿Y quién va a ser el afortunado que mida su poder de seducción con el de Núcleo?
Ella me da un nombre y me sigue explicando las condiciones del evento. Tendrá lugar en la mismísima calle, a pleno día. Para cuando me informa de que lo que se puntúa es la cantidad (no la calidad), Google ya ha seleccionado un montón de fotos y vídeos del reportero en cuestión. Y…
¡Sorpresa!
[mailpress]
(Suscríbete GRATIS a mi BLOG DE SEDUCCIÓN)
Podría haber sido peor.
Podría haber sido… ¿Brad Pitt?
El rival de Núcleo es un actor y monologuista famoso. Apuesto, en forma, alto como una montaña y con muchos recursos. Alguien, me temo, que desconoce la timidez o la vergüenza.
Coordinadora de la Sexta: ¿Qué te parece, Mario? ¿Aceptáis el duelo?
Mario Luna: Verás, es que esa clase de cosas no están acordes con nuestra filosofía. Sex Code es algo muy serio, ¿sabes? Nosotros enseñamos psicología sexual femenina, enseñamos a los hombres a aumentar su éxito con las mujeres. No los cronometramos mientras recogen teléfonos como si fuesen caramelos en una cabalgata. Llevamos años dedicados a esto en cuerpo y alma. Y, la verdad, me parece lamentable que algo tan trascendente para la felicidad de las personas se trivialice de esta forma.
Coordinadora de la Sexta: Te creo, Mario, te creo…
Mario Luna: Además, si yendo contra nuestros propios principios dicidiésemos aceptar el desafío, ¿cuánto tiempo tendríamos para prepararnos?
Coordinadora de la Sexta: Es mañana. Mañana por la mañana.
Un pequeño escalofrío me recorre la espalda. Nada, por supuesto, comparado con el que podría sentir Núcleo si se enterase de la sorpresita que la Sexta le tiene preparada.
Casi lo puedo ver sudando hielo. Presa del pánico. Me lo imagino enfrentándose a la presión de tener que demostrar la validez de nuestras enseñanzas en apenas una hora, jugando un juego que no es el suyo, batiéndose contra un tanque bípedo de valor sólido frente a millones de telespectadores. Visualizo su pasado frusco echándosele encima como un tren mientras su reputación y la de Sex Code estalla en mil pedazos.
No me preguntes por qué, pero la cosa empieza a divertirme.
Mario Luna: Aceptamos. Mañana a primera hora nos tienes allí.
Llámalo sadismo. Llámalo irresponsabilidad. Llámalo locura.
Riing… Riiing… Riiing…
Núcleo: ¿Chaval?
Mario Luna: Escribe este nombre en Google (le doy el nombre del presentador).
Núcelo: Ya está. ¿Y este chico tan guapo? ¿Nuevo fichaje? Jajajaja…
Mario Luna: Todo se verá, todo se verá… De momento, échale un detenido vistazo y dime qué opinas de él.
Núcleo se pasa un rato examinando los vídeos del reportero mientras yo aprovecho para contestar un par de correos. Cuando termino, considero que ya tiene bastante información.
Mario Luna: ¿Qué me dices del tipo? ¿Te gusta?
Núcleo: Sí, mucho. Ya me sonaba. Joder, es buenísimo. ¡¡Me encantan sus monólogos!! ¡Que coño!… Me acabo de hacer su fan.
Mario Luna: No sabes lo que me alegra oír eso. Felicidades.
Núcleo: ¿Felicidades? ¿Por?
Mario Luna: Mañana sin falta tienes tu autógrafo.
Núcleo: ¿Y eso? ¿A qué debo ese privilegio?
Mario Luna: Te pegas con él delante de millones de espectadores. En la calle. El que consiga más teléfonos en una hora a plena luz del día, gana. ¿Contento?
Núcleo: No te imaginas cuánto. Eso sí, creo que esto sería mucho más excitante si no me avisases con tanta antelación.
Mario Luna: Ahora en serio. ¿Podrás hacerlo?
Núcleo: ¿Qué tengo que hacer?
Mario Luna: Ganar.
Núcleo: Perdona, es que creía que en Sex Code enseñábamos a la gente que no nos importa el resultado.
Mario Luna: Así es. No me importa que ganes. Gana.
Núcleo: Mmmmhh… Esta ausencia de presión debe ser genial para mi juego interno, ¿verdad?
Mario Luna: Exacto. Ya conoces nuestro lema: indiferencia total ante el resultado. Así que… GANA.
Núcleo: Fantástico. ¿Y ese coaching mágico de Mario Luna?
Mario Luna: Ha empezado hace cinco minutos.
Núcleo: Ajá. Dónde quedamos.
Veinte minutos más tarde estamos los dos en un parque preparados para hacer el indio.
Nunca hemos intentado algo así.
Como su creador, puedo decirte que el MAX-VACUARO SECUENCIADO no ha sido diseñado para recolectar teléfonos a destajo como si fueran setas. Y, puesto que nuestra preocupación siempre ha sido escalar de una forma justificada y sólida, apenas contamos con material, estrategias o ideas para hacer frente a esta clase de desafíos.
Núcleo: ¿Por dónde empiezo, Mario?
Mario Luna: No lo sé, tío. Pero somos científicos. Pensemos.
En ese momento pasa un set de dos junto a nosotros. Pellizco a Núcleo. De inmediato para a la más buenorra de las dos, le pregunta a dónde va y luego le explica no sé qué de que se ha enamorado de ella. Mientras yo le doy palique a la otra, tengo una oreja puesta en la actividad de Núcleo.
Y…
Lo esperado: Set caminando en dirección contraria. Escalada no justificada. Factor Fulana. Defensas. No hay teléfono.
Empezamos a darle vueltas al coco. ¿Cómo justificamos un CTF en tiempo récord? Repasamos mentalmente nuestro repertorio. Jugamos a hacer simulaciones. Empiezan a surgir ideas.
Como buenos científicos, desconfíamos de las apariencias. Probamos las cosas. Sabemos por experiencia que algo con mala pinta puede acabar siendo una bomba, y veceversa.
En el siguiente set encontramos a dos TBs imponentes sentadas en un banco. Núcleo empieza a poner en práctica algunas de nuestras nuevas ideas.
Núcleo: Creo… Creo que he perdido tu teléfono.
TB: ¿Cómo…?
Antes de que pueda pesatañear, Núcleo se ha sentado ya con su Objetivo.
Aunque a partir de cierto punto, va a tener que empezar a hacerlo todo solo, de momento es mejor que siga con él. Necesito infiltrarme en cada Set para obtener TODOS los datos. Durante un tiempo, mientras la responsabilidad de tirar del carro recae principalmente sobre él, yo me voy a dedicar a ser la parte analítica del equipo.
Me siento entre las dos, dejando a Núcleo miniaislado con su Objetivo. Al cabo de diez minutos, varias risas y un rato agradable, nos estamos despidiendo con sus teléfonos.
Núcleo: ¿Qué tal?
Mario Luna: Guay. Pero necesitamos más velocidad. No sabemos lo que puede hacer tu rival.
Para entonces, hay que pensar en emigrar. Aparte de las abuelitas que pasean a sus perros y de grupos de marujas cargadas de niños, el parque se ha vaciado de sets. Quería evitar la playa pero, si queremos actividad intensa sin interrupciones, no nos queda otra.
Una vez allí, nos zambullimos en el sargeo más práctico. Se trata de conseguir lo máximo en el menor tiempo posible.
Poco a poco, el tesón incansable de Núcleo y la metodología de Sex Code empiezan a dar sus frutos. Los resultados se van haciendo palpables. Mis intervenciones resultan menos necesarias, porque Núcleo es cada vez más independiente. Eso me permite centrarme más en detectar pequeñas deficiencias en nuestra táctica y elaborar rápidos planes de mejora.
Siempre lo he dicho. Nada como el trabajo en equipo bien coordinado.
Cuando finalizamos la sesión, el juego de Núcleo ha evolucionado hasta convertirlo a él en una máquina extractora de teléfonos de tías buenas. Lo he visto hacer algunas cosas que dan miedo y otras que quizás desafiarán tu lógica.
Por supuesto, aún queda trabajo por hacer. Mañana está muy cerca.
Y no sé lo que pasará. Pero me siento satisfecho. Porque, una vez más, me ha quedado claro que…
Somos un equipo. Somos científicos. Somos hombres decididos a hacer lo que hay que hacer cuando hay que hacerlo.
Somos Sex Code.
[mailpress]
se me olvido decirte slavemind muchas gracias por el video te lo agradezco de vdd jamas habia visto un sargeo de nuestros compas de españa sorprendentes abordajes = unas felicitaciones a nucleo y un saludo a todos!!!!!!!
Mario, Núcleo…
Gracias tíos. Sos una inspiración viviente.
Bien dicen que el maestro enseña CON EL EJEMPLO.
Un saludo.
bueno mario, eh mirado y no lo eh creido cuando vi la foto del muchacho de naranja, nucleo? dije no pude ser, y comparaba con la actual foto,y eh aprendido algo! ahora se que se puede cambiar mucho la apariencia si uno lo quiere, si uno lo quiere…
que siga avanzando y no pares hasta borrar cada frusco que exista dentro de las hombres.
un abrazo, desde argentina, perú