Seducción y riesgo (2)…
Lo acabamos de ver en el artículo anterior de seducción y riesgo. Aunque sólo fuese porque le permite detectar qué hombres producen más testosterona y, con ello, cuales poseen un sistema inmunitario más potente, a las mujeres les ponen los osados. La testosterona -dicho sea de paso- no ayuda a tus defensas y, por eso producir mucha testosterona y seguir vivo no es una mala tarjeta de presentación sexual.
O sea, que…
Si la nena quiere marcha, no hay nada como un aventurero que no se lo piensa dos veces a la hora de jugársela. Ahora bien, en la práctica… ¿qué consecuencias tiene esto? ¿En qué te te tienes que convertir para atraer a una mujer?
¿Debes robarle el puesto al durito de la pandilla? ¿Te conviene meterte en peleas? ¿Es necesario que demuestres lo macho que eres poniendo en peligro tu salud? Y, si es así, ¿qué método de autodestrucción es el que ofrece mayores dividendos? ¿Por qué estrategia de riesgo te decantas? ¿Fumas, bebes o abusas de cualquier tipo de droga? ¿O basta, quizás, con que vayas descamisado en pleno invierno?
De hecho, las opciones no acaban aquí.
[mailpress]
(Suscríbete GRATIS a mi BLOG DE SEDUCCIÓN)
Con un poco de empeño, puedes llegar a ser el tío que más se acerca al toro en San Fermín o en las fiestas de tu pueblo. Puedes convertirte en ese valiente que se funde con el estruendo de la mascletá o aquel al que no le asusta jugar con pólvora en cordadas y otras festividades pirotécnicas. Puedes autoinflingirte heridas frente una mujer atractiva o llenarte la boca de guindillas en la próxima cena de trabajo.
Aunque quizás te vaya más cargar en el gimnasio con pesos que te desbordan, hacer caballitos ante una audiencia de transeúntes asustados, pisar el acelerador de tu vehículo hasta forjarte como peligro público o, incluso, empezar a practicar algún deporte violento. A ser posible, uno que te permita lucir algún que otro hueso roto de cuando en cuando. En tu mano está, por ejemplo, sumergirte en el mundo del skating acrobático o lanzarte a hacer Parkour como el cabra de mi hermano.
Lo sé, todo esto te resulta familiar. Te vienen ejemplos a la mente de gente que conoces, ¿no es así?
Sin ir más lejos, me estoy acordando de un tío que sabe muy bien ir de durito. Cuando está con una «choni», conduce a 120 k/h en plena ciudad. Y, aunque no se pasa de guapo, las TBs lo meten de inmediato en la categoría de «chico malote». Y sí, les pone, pero… ¿es eso lo que yo te aconsejo?
Para responderte, permíteme que te hable de Ramón, otro súper macho que conocí recientemente.
Lo primero que me llamó la atención de él, fue la cantidad de hazañas que era capaz de acometer para impresionar a las TBs. Pese a su menguado tamaño, poseía un espíritu aventurero que rozaba lo agresivo. Su audacia era tan desmesurada que lo llevaba a ignorar toda amenaza. A veces se llegaba a comportar como un matoncillo de instituto, provocando -o incluso agrediendo- a quien se le pusiera por delante.
A día de hoy, Ramón está criando malvas.
Mejor dicho, criando gambas…
Sí, gambas, porque Ramón habitaba en mi pecera. Era un gupy macho, vivió junto a tres hembras y respondía perfectamente al arquetipo de amante de las emociones fuertes guiado por el principio: live fast, die fast. Si algún día quieres comprender «la esencia del machito peleón» a nivel biológico y disfrutar del mejor pavoneo, te recomiendo que te hagas con uno de estos mini-MAGs. Rodéalo de hembras y verás lo que es bueno.
El problema de Ramón es que se acercaba demasiado a Matildo, un animalito unas 200 veces más corpulento que él y bastante aficionado al «sushi en movimiento». El resto de la historia es un poco gore.
Por supuesto, Ramón no podía elegir otra clase de comportamiento. Entre el estímulo y la reacción, carecía de la capacidad de sopesar posibles respuestas. Sus genes lo habían programado así.
No es tu caso ni el mío.
Pese a ello, ¿no has hecho nunca el imbécil por impresionar a una TB? Te lo confieso: yo sí. Y, sinceramente, no compensa.
Por un lado, me estoy jugando algo valioso para mí. Es decir, estoy incurriendo en comportamientos claramente «costosos».
Por otro, algo le dice a Paco (mi subconsciente): «Paco, ¿tan mierdas somos que necesitamos llegar a estos extremos para mantener una relación sexual? ¿No será que estamos un poquito desesperados? ¿No será que no somos tan listos o brillantes como nos creíamos? ¿No se deberá, incluso, a que somos tristemente mediocres?»
En síntesis, no compensa porque:
- a. Estoy arriesgando aspectos importantes de mi felicidad o de mi propia vida.
- b. Estoy minando mi Juego Interno.
Aun así, yo lo he hecho. Tú lo has hecho. Y ambos conocemos a un montón de tíos que lo hacen.
La razón es que, de algún modo, los hombres sabemos a nivel instintivo (o hemos aprendido por experiencia) que exhibir conductas de riesgo nos hace más atractivos.
Sin embargo, tenemos muchos más problemas a la hora de diferenciar el riesgo objetivo del riesgo subjetivo. En la práctica, esto provoca que nuestra gestión del coeficiente de beneficio por riesgo sea muy pobre.
Te lo repetiré una vez más. Si como científico de la seducción quieres sacar partido a la psicología sexual femenina, es crucial que te quedes con la siguiente distinción:
RIESGO OBJETIVO VS RIESGO SUBJETIVO
Cuando entiendas esta diferencia, verás claro que no te estoy aconsejando que consigas que te partan la cara. Ni que tengas un accidente de tráfico. No. Esto no va de que te conviertas en un drogadicto, practiques un deporte de riesgo o te llenes las venas de hormona de crecimiento mientras arrastras tu organismo hacia extremos que no ha sido diseñado para soportar.
Todos ellos son comportamientos de riesgo REALES.
Ahora bien, la rentabilidad en términos de Valor Base no se encuentra en el riesgo objetivo. Los grandes tesoros del riesgo, los márgenes descomunales de beneficio, se encuentran precisamente en los riesgos percibidos o subjetivos.
Pero… ¿en qué consiste el riesgo subjetivo?
Muy simple:
Todo aquello que te hace temblar de pánico pero que, una vez analizado, no supone un riesgo mayor que iniciar un trayecto al volante de tu coche es un riesgo subjetivo. Opuestamente, un riesgo objetivo puede activar tus mecanismos de miedo o… ¡¡puede no hacerlo!!
Por ejemplo, la inmensa mayoría de tíos experimenta menos miedo al pisar a fondo el acelerador, al enchufarse un ciclo o meterse una ralla de farlopa que acercándose a hablar con una desconocida en pleno día, lanzarle un ADIS con distensión a la primera oportunidad válida y pedirle su e-mail.
Y sin embargo, una vez analizadas, ¿cuáles de estas conductas entrañan un mayor peligro para ellos?
La razón del fenómeno está en la evolución. Hace 150.000 años, acercarte SOLO a una desconocida con un claro propósito sexual representaba un COMPORTAMIENTO ALTAMENTE ARRIESGADO. Si hacías algo así, las probabilidades de que acabases apaleado por la panda de machitos de la tribu rival eran bastante altas.
Tanto es así que tu genoma, cristalizado a lo largo de aquel periodo, te ha sacado ya de serie programado con las siguientes instrucciones: AL ACERCARTE A UNA DESCONOCIDA O INSINUARTE A UNA MUJER, ACOJÓNATE CHAVAL.
En suma: la información que tu circuito emocional y aquella que te proporciona tu análisis racional, están desincronizadas. A veces, habrá situaciones en las que sentirás que existe un gran peligro, pero no habrá amenaza objetiva. Análogamente, te verás involucrado en circunstancias que no activan tus alarmas de peligro y, sin embargo, entrañarán un riesgo serio para tu vida o aquello que más valoras en ella.
Pero aquí no acaba todo, porque… ¿sabes lo mejor? Sus genes TAMBIÉN la han programado a ella para DETECTAR cuándo un hombre está llevando a cabo un comportamiento arriesgado y cuándo no. Y, puesto que ambos compartís el mismo pasado evolutivo, las situaciones que tus emociones interpretan SUBJETIVAMENTE como arriesgadas, ella las va a codificar del mismo modo.
En tu día a día, esto se traduce en que si eres valiente, atrevido, intrépido, osado, fresco, cara dura, audaz o temerario a la hora de acercarte a ella, mostrarle tu interés sexual o llevar la iniciativa en la escalada… ¿sabes lo que pasa? ¡¡Exacto!! Ella lo interpreta como que eres todo eso -y más- en el resto de ámbitos de la vida. O sea, te mete en la categoría que reserva a los machitos alocados con los que le gusta mantener relaciones basadas en el sexo.
Y es que sus genes le van a decir: «Nena, si tienes que montártelo con alguien sin que se entere nadie y colarle el bombo a tu esposo LDT… ¡¡¡que sea con este!!!»
Este interruptor sexual está tan arraigado en su sistema biológico que, aun cuando todos los hombres fuesen osados, el atrevimiento seguiría resultando atractivo para las mujeres. Del mismo modo que el que haya ahora más chicas que se cuidan, van al gimnasio o se ponen pecho de silicona no hace que tú o yo nos decantemos por las pocas mujeres que quedan sin curvas, con el cuerpo flácido y de aspecto poco sano, ellas no van a desarrollar atracción por los cobardes, temerosos y dubitativos sólo porque haya más hombres que se sientan cómodos en su rol masculino activo.
Aclarado esto, tengo otra buena noticia que darte:
No es el caso. O sea, NO ES EN ABSOLUTO EL CASO.
Vamos, que la inmensa mayoría de hombres que nos rodea a ti y a mí son totalmente incapaces de sacar partido del riesgo subjetivo. Por eso precisamente ofrece al Aven, al poner la ley de la oferta y la demanda a su favor, tantos dividendos.
Así que ya lo sabes…
La próxima vez que experimentes miedo (y no haya una razón objetiva para sentirlo), piensa que se trata de un buen síntoma. Justo en el momento en que se te hiela la sangre, dite a ti mismo:
Enfrentarme a estas emociones me hace más atractivo. Voy por buen camino. Cuanto más me adentro por él, más son los competidores que van cayendo a mis espaldas.
Pues mayor será, en efecto, el número de hombres incapaz de seguirte.
P.D. En mi manual de seducción Sex Crack encontrarás una valiosa estrategia para enfrentarte con tus miedos y sacar el máximo partido al riesgo subjetivo.
Totalmente de acuerdo Mario. Gracias por tus escritos, siempre ayudan a refrescar y a motivar.
Por otra parte, teniendo un buen numero de REMs de continuo siento ninguna necesidad de abrir a ninguna mujer aunque reconozco que para mi ya es una costumbre abrir por gusto a varias TBs cada salida nocturna… apetece! Saludos y gracias Mario.
De este tema ya has hablado en tus libros, pero aquí esta mejor adornado, serán las fotografías?, no. Es el relleno, creo que es consistente y sabroso…. y las fotos por supuesto.
Mis amigos están al corriente del tema en general de la seducción, gracias a mi, pero no le dan excesiva importancia, o caen en la desidia de tomárselo en serio.
Todavía existe un gran número de tíos que por orgullo o por lo que sea, no admiten que otros les puedan ayudar en esto.
Sigue “palante” monstruo.
Un abrazo.
Muy interezante esto que dices mario sobre superar los miedos. Yo entraba en panico cuando le hablaba a una desconocida en un boliche. Ahora lo logro controlar mas. Es interezante que a la vez hice 8 años de gimanasia acrobatica y hacia dificultades realmente arrisgadas, pero se me habia vuelto algo cotidiano girar por lo aires. Creo que si pudiera llegar a ese estado y animarme al «alto riesgo» con las chicas seria estupendo.
Ahh y por cierto mandale mis saludos a tu hermano, me ha gustado su video de parkour!!
Excelente Mario, no sabes el provecho que le saco a tu blog siempre, simplemente espero el momento a que llegue el sexcrack a America y sacarle mayor provecho! Sigue asi, saludos!
Muy bueno mario,esto es algo «nuevo».Ya habia ganas de cosas «nuevas».
saludos mario
«P.D. En mi manual de seducción Sex Crack encontrarás una valiosa estrategia para enfrentarte con tus miedos y sacar el máximo partido al riesgo subjetivo.»
¿En qué página? Esto de los riesgos es muy interesante.
muy buen articulo, debo leerlo varias veces.
Hola
Bueno, yo no estoy totalmente de acuerdo con:
«Tanto es así que tu genoma, cristalizado a lo largo de aquel periodo, te ha sacado ya de serie programado con las siguientes instrucciones: AL ACERCARTE A UNA DESCONOCIDA O INSINUARTE A UNA MUJER, ACOJÓNATE CHAVAL»
A mi lo que más me jode es hacer el RIDÍCULO. Que se cachondeen de mi. Del mismo modo que no voy haciendo el ridículo por la calle, así también no le voy entrando a cualquier tía. Si a muchos de ustedes esto les da «orgasmo», pues yo lo respeto. Tampoco iría de puerta en puerta predicando como lo hacen los testigos de Jehová y haciendo el ridículo para sacar un adepto después de 10000 toques de puertas.
Ahora se preguntará alguien, ya que estamos con los genes ancestrales, ¿por qué los animales no tienen vergüenza? Pues porque de seguro la hembra no se va a cachondear de ellos si los rechaza.
El caso es que te la sude que se cachondee de ti. Alguna vez que me ha pasado esto, automaticamente he pensado esta tia es tonta, y la he mirado con una sonrisa como diciendo «has caido para mi: descalificada». Porque realmente, en cuanto una tia se comporta así, mi atraccion por ella automaticamente desciende a profundidades abisales. Cuestión de actitud colega. Los que hacen el tonto son los que no lo intentan, con todos los respetos pues yo he estado ahi, y con todos mis ánimos para salir de esa situación.
Un saludo!
Ésta es realmente la mentalidad que nos hace falta y si además lo comprovamos en nuestras propias carnes mejor que mejor para entenderlo y seguir arriesgándonos subjetivamente. Cada dia que pasa lo veo más claro.
Sigue así Mario, saludos!
be water my friend!
Gran artículo Mario. Es impresionante lo que se consigue cuando se pierde el miedo al abordaje. Cuando tú estás cómodo, ellas están cómodas e incluso entran en estado con una frecuencia casi milagrosa. Sólo esa característica ya nos desmarca del 99,9% de los hombres.
Espero verte por Barcelona pronto, crack.
mario, cual es la pagina o capitulo.?.si alguno lo sabe, que responda x favor,gracias!
AL ACERCARTE A UNA DESCONOCIDA O INSINUARTE A UNA MUJER, ACOJÓNATE CHAVAL.
Está muy bien que estudies todo esto, pero es muy importante chicos, que sepais que IGUAL que un hombre siente MIEDO, la mujer tambien lo tiene, una mujer no es una máquina, si el hombre se acerca minuciosamente y con tacto, jamás va a tener malas palabras para él, NO HAY QUE TENER MIEDO.
Tienes que tener la suficiente autoestima como para hacer lo que cres que es debido y lo que sientes, y si saliera mal, A POR OTRA!! Ella no te supo valorar…. Yo aveces sé lo que le puede llamar la atención a un hombre, como no ser reactiva, pero aveces creo que es bueno serlo, aveces el no ser reactivo puede proyectar falta de interés. Demostrar tus sentimientos de vez en cuando y ser reactivo cuando tiene un mal comportamiento, es como un CASTIGO, es peor que no ser reactivo.Puedes hacerle ver que como PERSONA, ella no te llega ni a la suela de los zapatos. Además de la atracción sexual, existen los sentimientos hacia las personas como tales, quien se liaria con un gatito? NADIE, pero lo adoras, tu cres que una mujer le daria una patadita?? NO, por eso te digo no tengas miedo a UNA MUJER, pues si te comportas como una persona normal, lograrás entrar en su mente muy fácilmente y no tendrás porque tener una mala respuesta de ella ni entrar en zona de RIESGO, para seducirla. BESOS, espero aportar algo con mi opinión.
Me ha encantado el articulo, gran verdad. Un reto que estoy superando es el de abordar a bellas desconocidas con las que me cruzo por la calle, y esto me vendrá genial para ello. Y te felicito por la costumbre que has cogido de aclarar que ESTAS DE COÑA cuando eres ironico, que muchos se lo toman al pie de la letra. Estas hecho un gran teórico, saludos crack!
Quizás por todo esto que has escrito es la razón por lo que me gusta más el juego directo. Se le saca mucho jugo a tus artículos, enhora buena.
«En tu mano está, por ejemplo, sumergirte en el mundo del skating acrobático o lanzarte a hacer Parkour como el cabra de mi hermano.»
¿A que te refieres exactamente con eso?